El importe de las compras de empresas de ciberseguridad realizadas en lo que va de año en todo el mundo se aproxima a los USD 124.000 millones. Esta cifra representa un incremento del 51,4% respecto a los USD 81.800 millones movilizados en adquisiciones en 2021 y casi diez veces más que la cifra contabilizada en 2010 de USD 13.300 millones.
Los datos se desprenden de un informe sectorial del banco de negocios Houlihan Lokey, donde también se cifra en 194 los acuerdos de operaciones de fusión o adquisición protagonizadas por la industria global de la ciberseguridad entre los pasados meses de enero a octubre. Solo en el tercer trimestre de este año se cerraron 62 acuerdos en el sector, lo que demuestra la efervescencia de un negocio que, dada su reciente evolución, parece muy lejos de tocar techo.
Las previsiones recogidas en el mismo informe empresarial de Houlihan Lokey también estiman un volumen económico en fusiones y adquisiciones en 2026 de firmas de ciberseguridad USD 254.000 millones, el doble de la cifra alcanzada en lo que va de 2022. Semejante euforia en el sector de la seguridad informática responde a multitud de factores, pero especialmente por el interés de las grandes y medianas corporaciones por reforzarse en actividades que ahora resultan críticas para su negocio.
La guerra de Ucrania y los colaterales conflictos híbridos en otras zonas del planeta han animado a empresas de todos los países a reforzar sus capacidades en materia de cibernética. Las posibles puertas de acceso a las organizaciones se han multiplicado con el desarrollo de la digitalización, con un riesgo creciente que ya aparece en todos los informes corporativos.
Entre las principales operaciones del sector sobresale la compra de MicroFocus por parte de Opentext, por un importe de USD 5.656 millones. Las horas bajas de MicroFocus, con pérdidas de USD 3.000 millones en su último año fiscal, justifican, parcialmente, que el múltiplo de la valoración sobre el ebitda fuera de apenas 2,1 veces. Con esta adquisición, MicroFocus extiende una ofensiva inorgánica a la que también se suma las recientes absorciones de empresas como Titanium, Zix Corporation, Carbonite, XMedius, Catalyst Repository Systems, Liaison Technologies y Documentum, entre otras.
Por otra parte, un reciente informe de Gartner sobre tendencias en seguridad y riesgos cibernéticos, señala que se han multiplicados las superficies de ataque o puntos débiles de las organizaciones "con el 60% de los trabajadores del conocimiento trabajando actualmente de forma remota, con el uso de la nube pública y con la sobreexposición de infraestructura digital".
Las mismas fuentes señalan que, en el año 2025, el 45% de las organizaciones de todo el mundo habrán sufrido ataques en sus cadenas de suministro de software, motivo por el que los responsables de seguridad deben mitigar este tipo de amenazas con todo tipo de recursos, incluida la compra de empresas especializadas en esas cotizadas competencias.
Los costes relacionados con la ciberdelincuencia alcanzarán los USD 10,5 billones anuales en 2025, con unas previsiones de incremento del gasto mundial del 11% en 2022 y 2023. Los datos forman parte de un reciente estudio de JPMorgan donde también se indica que "la desglobalización obliga a los países a buscar una mayor soberanía y autosuficiencia tecnológica". Esta nueva tensión, añade el banco de negocio, "constituye el núcleo de la competencia estratégica entre EEUU y China".
Fuente: Houlihan Lokey, Gartner y JPMorgan