Apalancarse de la tecnología educativa tiene un potencial para ser un poderoso motor de transformación en América Latina, aunque cuentan con diferentes desafíos de por medio. La región se encuentra en constantes crisis socioeconómicas y cuenta con uno de los sistemas educativos con el desempeño más bajo a nivel mundial.
Los principales actores de la región ven un enorme potencial del sector EdTech para promover un mayor acceso a la educación, mejores experiencias y resultados en el aprendizaje para los estudiantes, y una mayor eficiencia.
Cuando se aterriza un producto muy progresivo para el estándar del mercado, se puede generar ciertos problemas de uso contra la empresa y el producto; pero, si se aplica una idea que ha funcionado en otros países, el riesgo disminuye. Un punto positivo de Latinoamérica es que tiene un ecosistema que no se demora en adaptarse a diferentes productos.
Por ejemplo, en Estados Unidos a inicios del 2010, empezaron a trabajar con iPads que ayudaron a reducir la adopción de EdTech. Recién en los últimos años, están llegando estas iniciativas a la región.