Los últimos meses han sido todo un calvario para Elon Musk, donde parece que ahora todo lo que hace le sale mal, o por lo menos no como le habría gustado. Desde la compra de Twitter, Musk ha buscado rentabilizar la plataforma, y mientras ha extendido nuevas funciones para ello, las que ya existían parecen estar cayendo como la publicidad pagada por empresas, que según los datos ha caído en 79 millones de dólares debido a que más de la mitad de las 1.000 principales compañías que pagan en publicidad en la app han dejado de hacerlo.
La compra de Twitter por 44.000 millones de dólares que hizo Musk en octubre generó una oleada de impresiones y reacciones por todo el mundo.
Uno de los aspectos más señalados fue la huida de miles de usuarios a otras plataformas para no tener que soportar las cuestionables decisiones de Musk, pero no son los únicos, ya que tal y como reflejan los datos más de la mitad de los principales anunciantes de la plataforma han dejado de pagar para que aparezcan su publicidad.
Según los datos de CNN, alrededor de 625 de los 1.000 principales anunciantes de Twitter, como Coca-Cola, Jeep o Wells Fargo, han dejado de invertir dinero en publicidad en la plataforma desde que llegó el magnate.
Esto significa que Twitter ha perdido alrededor de un 60% de los ingresos que generaba por esta fuente, pasando de unos 128 millones de dólares a unos 48 millones de dólares desde octubre hasta el 25 de enero. Una caída importante para la compañía, teniendo en cuenta los esfuerzos por rentabilizar la app por parte de Musk y que era la fuente principal de ingresos de la compañía.
Lo preocupante es que la llegada de Musk ha hecho que un negocio que llegó a generar más de 4.000 millones de dólares ahora esté por debajo de los 50, y sea principalmente por el miedo e inestabilidad que le ha dado Musk a la plataforma.
Al ser preguntados, Wells Fargo explicó que tan solo habían decidido dar un parón a la publicidad pagada en Twitter, aun así, la compañía se sigue promocionando por este canal y publica constantemente contenido para atraer a nuevos clientes. Por su parte Twitter, decidió no comentar sobre lo ocurrido.
Fuente: El Economista